Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, donde se pretende concientizar sobre un problema poco visible para el mundo, y cuyos síntomas son difíciles de detectar.
Entre los principales rasgos característicos de la depresión se destacan tristeza permanente, pérdida de interés o placer en las actividades de la vida cotidiana (anhedonia), aislamiento, trastornos del sueño y del apetito, falta de concentración y sensación de cansancio.
La depresión infringe notablemente en las tasas de mortalidad y morbilidad, tiene un impacto en todas las edades y de manera muy significativa en adolescentes y personas de la tercera edad.
Las situaciones que pueden provocar la depresión son los traumas, como maltrato físico o abuso sexual, la muerte o la pérdida de un ser querido, una relación difícil o problemas económicos, tener antecedentes de familiares consanguíneos que hayan padecido de depresión, trastorno bipolar, alcoholismo y/o suicidio.
De qué manera podemos superar un episodio depresivo, a través de una orientación médica especializada, en importante el apoyo del entorno afectivo y familiar de la persona afectada.
Adoptar hábitos de vida saludables, mediante una alimentación balanceada, evitando el consumo de bebidas alcohólicas y estupefacientes, hacer actividad física y no fumar.
Aceptar, asimilar y concientizar que es un periodo temporal y no permanente, viviendo el presente y enfocando la atención en buscar estrategias adecuadas para superar la depresión ¡Siempre activo!
Hay que mantener una actitud firme ante las dificultades y contratiempos, procurando ejercer el control sobre nuestras emociones y evaluando de manera objetiva las situaciones.
Participa en grupos de apoyo o en actividades deportivas, recreativas o terapéuticas.